El 8 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Fisioterapia. Este año la WCPT (World Confederation for Physical Therapy) ha centrado la campaña en el dolor crónico y su abordaje desde la fisioterapia.

El dolor crónico o persistente suele relacionarse con condiciones musculoesqueléticas, sin embargo, las personas con patologías neurológicas también pueden padecerlo. Las personas con daño cerebral, esclerosis múltiple o lesión medular, al tener una afectación del sistema nervioso y ver reducida su movilidad, pueden llegar a presentarlo al verse afectada la forma en que el sistema nervioso gestiona la información sensitiva.

Esto supone un problema de salud añadido a las secuelas que, de por sí, ya plantea una lesión o degeneración del sistema nervioso, ya que fomenta una mayor inmovilidad por la evitación del movimiento, así como una merma en el estado anímico, lo que conlleva una menor participación y autonomía.

En estos casos, será necesario un abordaje multidimensional que incluya como parte esencial a la fisioterapia y, en concreto, a la fisioterapia neurológica. ¿Por qué la fisioterapia? Por ser una disciplina especialista en el movimiento, función que se ve afectada tanto por la lesión neurológica como por la aparición de dolor. De ahí la importancia de la implicación de forma específica de la fisioterapia neurológica para tratar a las personas con dolor y afectación del sistema nervioso.

El conocimiento de los componentes neurológicos y musculoesqueléticos implicados en el sistema de movimiento y del dolor, así como el ejercicio terapéutico como herramienta nuclear de la fisioterapia, convierten al fisioterapeuta en el aliado perfecto para comprender y tratar a estas personas. Su objetivo será reducir el dolor y mejorar la calidad de vida a través del movimiento y del ejercicio terapéutico de forma adaptada, personalizada y controlada, ya que este abordaje está demostrando ser eficaz para tal fin.

De esta forma, la fisioterapia neurológica perseguirá el abordaje de la disminución de la movilidad como déficit neurológico y como consecuencia del dolor y su intensidad. Todo ello se trabajará de forma paralela o simultánea, puesto que forma parte de un conjunto de síntomas que repercuten los unos en los otros y a la inversa.